Te invito a leer también mis RELATOS

Ruth

Su boca vino a mí como una mariposa
que nadaba en el aire
en torno a mi cabeza.
-¿Quién eres?-pregunté
-Una boca. Sólo una boca.
Una boca de hombre que quiere devorarte.
Mi dueño es tan tímido
que no se atreve a decirte lo que siente por ti.

Y me condujo a la casa donde el hombre sin boca dormía,
dormía y soñaba, placidamente,
ignorando la ausencia de sus labios rebeldes
que esa tarde volaron a contarme sus deseos...